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AEMEDSA es el mayor proveedor nacional de cosmética

La empresa petroquímica del Grupo Fuertes amplía sus instalaciones de Escombreras para elevar su facturación por encima de los 40 millones anuales.

Lidera el suministro de parafinas líquidas para pieles y cabellos, con sólo tres centros rivales en todo el mundo.

Sus sustancias también sirven para fabricar fármacos, moldear alimentos y elaborar aceites para dietas.

Los sulfonatos contra la corrosión son muy demandados por industrias de EE UU, China, India y Australia

Fecha publicación
Sunday, 30 de June de 2019

Ella se levanta rápidamente de la cama y va al baño. Allí se ducha con su gel y champú favoritos, se aplica crema hidratante en su rostro y desodorante "roll on" en las axilas. Viste una blusa de poliéster y un pantalón de algodón. Desayuna unas tostadas y despierta a su hijo de un año. Le da a beber un biberón, le pone un chupete y prepara un paquete de galletas para que las coma en la guardería. Como remate se pinta los labios y se perfuma. Lleva al pequeño al coche y gira la llave de contacto para que la batería lo ponga en marcha. ¿Qué hay de especial en esta historia? En que detrás de todos los productos citados hay una empresa cartagenera llamada Aceites Especiales del Mediterráneo, AEMEDSA.

Esta empresa petroquímica del GRUPO FUERTES, ubicada junto al Puerto de Escombreras, se ha convertido en el mayor proveedor del sector cosmético de España, afirma su director general Luis Miguel Melgar Morais. Los aceites blancos que produce (parafinas líquidas) son la base de todo tipo de cremas para la piel (desde hidratantes hasta bronceadoras y depilatorias); cosméticos (pintalabios, sombra de ojos, colorete, rímel); perfumes y lociones; champús, suavizantes y tintes para el pelo; geles y jabones, etcétera.  

«Las empresas cosméticas están entre las más exigentes. Requieren entre tres y siete años de pruebas para homologar nuestros productos », resalta Melgar Morais.

Pero las aplicaciones de sus parafinas no se limitan a cosmética y perfumería. También sirven para producir medicamentos dermatológicos (pomadas) y alimentos moldeados (pan para sandwiches, galletas, golosinas, salchichas...). Igualmente se emplean para fabricar siliconas, vaselinas, velas, plastilinas, fibras textiles, vajillas de cristal y tetinas. En su forma más pura sirven como aceite para pieles de bebés. Incluso resulta comestible en forma de laxantes y aceites hipocalóricos aromatizados con los de oliva para dietas estrictas.  

Los sulfonatos contra la corrosión son muy demandados por industrias de EE UU, China, India y Australia  

De las instalaciones de AEMEDSA también salen sulfonatos naturales destinados a la industria. Ligan el aceite con el agua, por lo que previenen la corrosión. En este caso, los clientes son empresas dedicadas a la metalurgia, carpintería metálica, fabricación de tejidos, construcción naval, minería, extracción de petróleo, automoción e, incluso, tecnología aeroespacial. Los sulfonatos también sirven de aditivos para aceites de motores, pinturas antoxidantes y esmaltado de metales.  

Ácido sulfúrico

La materia prima con la que trabaja AEMEDSA es aceite mineral procedente de la refinería de Escombreras. Parte de los flujos que se generan en los procesos de fabricación de parafinas y sulfonatos son aprovechados para generar vapor reutilizable (ahorrando así el uso de gas natural para generar calor) y ácido sulfúrico, parte del cual es para autoconsumo y el resto, para la venta a fabricantes de baterías de coches, sustancias químicas, azúcar refinado y alcoholes.  

AEMEDSA ejerce desde 2017 el liderazgo mundial en la producción de aceites blancos. Solo existen tres plantas similares, en Holanda, Japón y Estados Unidos. Eso no ha hecho que la empresa se duerma en los laureles.  

Trayectoria de éxito

Desde su creación, en 1995, ha invertido 43 millones de euros en su planta, que abarca 24.000 m2 y alberga más de 70 kilómetros de tuberías. Actualmente lleva a cabo un plan de ampliación de 18 millones de euros que concluirá el año que viene, lo que le permitirá elevar la producción y facturar más de 40 millones anuales. «Dada nuestra limitación de espacio estamos creciendo hacia arriba, con instalaciones cada vez más altas», indica Melgar Morais. En su construcción trabajan 130 operarios. Cuando la ampliación esté concluida proporcionará trabajo a un total de 345 personas de forma directa e indirecta. De momento está descartada la construcción de otra planta.  

Crecimiento

Para el presente ejercicio tiene prevista la producción de 25.000 toneladas de aceites blancos, 15.000 de sulfonatos y 5.000 de ácido sulfúrico, lo que supone un incremento del 60% en solo tres años. Ello se traducirá en una facturación de unos 30 millones de euros (el aumento ha sido del 56% desde 2016). Si bien la demanda nacional se ha incrementado un 14% en lo que va de año, seis de cada diez toneladas irán a la exportación, puesto que los pedidos han crecido este semestre un 265% en Francia, un 55% en Italia y un 45% en Estados Unidos.  

Exportación

Las parafinas son transportadas en camiones cisterna hacia países cercanos, como Francia, Portugal, Italia, Alemania, Reino Unido y Marruecos. La exportación de los sulfonatos ya es otro cantar. Son enviados por barco en isocontainers que los mantienen a 80º para evitar que se vuelvan demasiado viscosos para su bombeo. Sus principales destinos son Estados Unidos, China, India y Australia

Innovación

Aemedsa dedica un 3,5% de sus ingresos a I+D. Para ello mantiene programas de colaboración con las universidades de Cartagena, Zaragoza, Sevilla y Tarragona. Sus tanques de almacenamiento son los únicos del sector a nivel mundial que han recibido la certificación GMP (Good Manufactoring Practice). Igualmente cumple con los protocolos de las multinacionales farmacéuticas más exigentes del mundo, como la European Pharmacopia o la USP americana. No basta con ser líder, sino también hay que parecerlo.

Artículo de JUAN CARLOS HERNÁNDEZ en DIARIO LA VERDAD

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