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REPSOL invertirá 42 millones para reducir el azufre n combustibles

La refinería de REPSOL necesitará en septiembre más de un millar de obreros para modernizar sus instalaciones de Escombreras-Cartagena

Fecha publicación
Friday, 28 de June de 2019

La refinería de Escombreras volverá a parar parte de sus unidades de producción en septiembre, para modernizar sus instalaciones y reducir la cantidad de azufre en los combustibles marítimos que produce. Se trata de la quinta parada de mantenimiento que Repsol realiza en su complejo de Cartagena, tras la ampliación realizada en 2011, en la que invirtió 3.200 millones de euros. Será la segunda que lleva a cabo en su área de Hidrocráquer, destinada a la producción de combustibles, y en la de Vacío, donde es procesado el petróleo, entre otras de menor importancia.

Para estos trabajos, la multinacional ya ultima la contratación del millar de obreros de empresas auxiliares que necesitará para desempeñarlos. Es más, ya se han mantenido los primeros encuentros con las compañía subcontratadas para organizar las labores. Estas comenzarán, previsiblemente, la primera semana de septiembre y ocuparán a los empleados durante 340.000 horas, el equivalente a unos cuarenta días. La inversión total ronda los 42 millones de euros, según fuentes de la multinacional.

Junto a los empleados de las auxiliares, en la revisión participarán empleados de la plantilla de Repsol, concretamente los que pertenecen a las unidades de producción que serán revisadas. Ellos serán los encargados de supervisar cada uno de los trabajos que se lleven a cabo, para comprobar que todo se hace según la reglamentación que exige el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

La multinacional invierte este año cerca de 250 millones de euros en mejorar sus refinerías. Durante cuarenta días, las subcontratas harán mejoras en unidades de producción, como la de Hidrocráquer y de Vacío.

Organización

Para que todo salga conforme a la planificación diseñada, los trabajadores irán ataviados con un mono azul, un chaleco reflectante y botas negras. Solo les diferenciará el color del casco. El blanco es para los obreros de empresas subcontratadas; el azul, para los agentes de seguridad; una franja morada sobre blanco, para los del departamento de control; la franja azul, para los ingenieros; y la naranja o la roja, para los trabajadores de empresas constructoras.

La mayoría de las subcontratas están implantadas en la Región, aunque muchas de ellas han tenido que echar mano de trabajadores hasta de fuera de España para garantizar la mano de obra especializada que requieren ciertos trabajos.

Se trata de unas labores que forman parte de un extenso programa de mantenimiento en todas las refinerías de Repsol, destinadas a asegurar la producción de cara a la entrada en vigor de la nueva normativa internacional de combustibles marítimos, impulsada por la Organización Marítima Internacional (IMO en sus siglas en inglés).

Así, durante el primer semestre de este año ya ha sido revisada la unidad de conversión de la refinería de Muskiz (Bilbao), en la que fueron invertidos 52 millones de euros. Hubo otra parada en la misma zona de la planta de La Coruña, con una gasto de 60 millones de euros. A principios de este mes comenzó una nueva parada en la factoría bilbaína, con 49 millones de presupuesto. A la de Cartagena le seguirá la programada en noviembre en la refinería de Puertollano, cuyo presupuesto rondará los 50 millones.

De esta forma, Repsol se anticipa a la regulación IMO. El cambio de normativa, que será de aplicación en los buques a partir del 1 de enero de 2020, obligará a que el límite de contenido de azufre de los combustibles pase del 3,5 al 0,5%.

Nueva regulación

«Con estas inversiones, nos estamos anticipando al cambio de la ley. De esta forma estaremos bien posicionados para suministrar combustibles marítimos adaptados a las nuevas regulaciones del tráfico marítimo», explicaron fuentes de la multinacional. Y añadieron: «Estamos preparados para atender las necesidades de suministro de las principales navieras. Además de posicionarnos ventajosamente como suministradores del nuevo combustible para barcos medioambientalmente más respetuosos, también vamos a aprovechar la oportunidad para suministrar otros tipos de combustibles que va a demandar el mercado».

Para llevar a cabo la parada programada, se realiza una planificación exhaustiva desde hace un año. Tanto es así que ha sido creado un organigrama específico, integrado por más de un centenar de profesionales pertenecientes a todas las áreas de la refinería de Cartagena. De él también forman parte técnicos de otros complejos industriales de Repsol en España.

Por otro lado, también ha habido una detallada planificación logística para disponer, entre otros, de transporte colectivo, casetas y áreas de aparcamiento, así como de vestuarios para dar servicio al elevado número de trabajadores de empresas contratistas que diariamente accederán a las instalaciones industriales. El objetivo prioritario es garantizar la seguridad de todos los trabajadores.

«Gracias a las inversiones realizadas por Repsol en el complejo industrial de Cartagena en la última década, la refinería cartagenera es una de las mejor posicionadas de Europa», añadieron las mismas fuentes.

Bares de Alumbres y pisos de alquiler se verán beneficiados

La parada de mantenimiento de la refinería de Repsol no solo beneficiará a más de un millar de trabajadores de empresas auxiliares de la comarca, sino también, y muy especialmente, a los bares y comercios de Alumbres. Como suele ser habitual cuando hay una, las casas de comidas de esa localidad se llenan de obreros cada mediodía y durante varios turnos. También por la tardes y por las noches, tras la finalización de la jornada, se verá una afluencia inusual en ellos. Quienes también podrán sacar tajada de estas labores de modernización de la planta productora de combustibles de Escombreras serán los dueños de pisos en alquiler e, incluso, hoteles, que proporcionarán alojamiento a obreros especialistas procedentes de otras regiones.

Fuente: LA VERDAD