La inversión extranjera pasa de largo ante la industria murciana. La entrada de capitales foráneos en la Región se limitó el año pasado a 22 millones, un 43% menos, y concentrados en el negocio inmobiliario
El sector industrial de la Región camina solo. La inversión extranjera en Murcia se desplomó el año pasado un 43% y quedó en 22.070.300 euros, de acuerdo con los datos difundidos recientemente por la Dirección General de Comercio Internacional. Es la cifra más baja desde 2009 (entonces fueron 11,6 millones), cuando la crisis ya estaba desatada. Del dinero inyectado desde otros países nada fue para levantar fábricas. El grueso, el 65%, se destinó a negocios inmobiliarios. La industria manufacturera únicamente recibió ¡50.500 euros! Una cantidad que cabe en un solo fajo de billetes morados.
La situación murciana contrasta con la del conjunto de España, que batió un récord en captación de capitales foráneos: 52.803.561.700 euros brutos, un 31,6% más que en 2017 y el doble respecto a 2015. El 80% de la inversión bruta provino de socios comunitarios (Alemania, Holanda, Italia, Reino Unido, Francia, Irlanda, Portugal y Suecia, por este orden) y casi el 10%, de Estados Unidos. También figuran China, Sudáfrica, México, Japón, Emiratos y Noruega, sin olvidar a sociedades 'offshore' de Suiza, Panamá, Malta, Singapur o Jersey.
El Ministerio de Economía atribuye este excelente resultado a que España mantiene crecimientos mayores que la media de la Eurozona. Resalta que los datos no incluyen inversiones financieras, sino inyecciones destinadas a comprar empresas, adquirir activos inmobiliarios, edificar fábricas y abrir comercios.
Sin embargo, apenas tres países se tomaron en serio la economía regional el año pasado. Los inversores germanos fueron los más activos, con 12,8 millones aportados, seguidos por belgas, con 4,3 millones, y holandeses, con 1,8 millones. Los franceses se limitaron a 760.000 euros. Las cantidades procedentes de Reino Unido, Rumanía, Polonia, México y Emiratos fueron casi simbólicas. El toque exótico lo dio Indonesia, que se estrenó con 200.000 euros. Ni Estados Unidos ni China inyectaron un solo euro.
De los 22 millones del total de inversión bruta, 14,2 millones se centraron en la adquisición de residencias turísticas y tierras de cultivo. Otros 4,3 millones se destinaron a la creación de establecimientos de venta y reparación de vehículos industriales y comerciales por parte de fabricantes (al calor del actual 'boom' logístico) y 1,3 millones financiaron servicios de alojamiento.
Pese a la necesidad de vivienda nueva que sufre la Región, la construcción de edificios solo recibió 586.500 euros. Lo más preocupante es que la inversión extranjera en 'startups' murcianas se limitó a 403.300 euros y las actividades de consultoría empresarial, a 203.000 euros. ¿Y la industria manufacturera? Pues solo 50.500 euros, dedicados casi en su totalidad a un proyecto de fabricación de productos electrónicos. En 2017 fueron al menos 11 millones. El techo -de altura estratosférica- fue tocado en 2003, cuando el monto total recibido por el sector ascendió a casi 857 millones.
Fuera y dentro
La paradoja es que Murcia invirtió en industrias extranjeras más dinero que el que recibió desde fuera de España: 32.482.800 euros en 2018 (+66%), canalizados por fabricantes de bebidas y empresas tecnológicas. Los países destinatarios fueron Gran Bretaña (88%) y EE UU (11,2%).
La falta de capital foráneo coincide con un momento en el que la inversión industrial de la Región ha caído a los niveles más bajos de la década. La inyección de euros españoles en factorías se derrumbó un 46,7% en 2018 y se quedó en 231.510.622 euros. Lejos quedan los años en los que se alcanzaron magnitudes de entre 500 y 4.000 millones en plena recesión, con los que se reconvirtieron instalaciones de refino de petróleo, química, plásticos, metalurgia, calzado y textil. Ahora solo el sector agroalimentario mantiene el tipo.
Del flujo de capital español recibido por la industria el pasado ejercicio, únicamente 105,6 millones se dedicaron a levantar fábricas y talleres, tres veces menos que en 2017; el resto -125,8 millones- fue para ampliar, modernizar o reconvertir instalaciones existentes, casi lo mismo que el año precedente. Los polígonos de Alhama, Molina, Murcia, Lorca y Las Torres de Cotillas son los que hoy día ofrecen mayor dinamismo inversor.
SABIC será una excepción este ejercicio, con la inyección de 36 millones para modernizar su complejo de La Aljorra
Este año, la compañía Sabic, propiedad de la petrolera saudí Aramco, compensará la sequía de dinero extranjero, ya que tiene previsto dedicar 36 millones en modernizar su complejo fabril de La Aljorra.
Actividad
Al margen de captar o no nuevos inversores, las factorías murcianas muestran este año claroscuros. De acuerdo con el Índice de Producción Industrial, despunta el refino de petróleo, cuya actividad acumulaba en abril un crecimiento anual del 40,4%, seguido por la metalurgia, con el 20,6%; el sector químico, con el 17,7%; la confección de ropa, con el 13,2%; la fabricación de muebles, con el 12,5%; la generación de envases y elementos metálicos, con el 11,8%, y la producción de maquinaria, con el 4,8%.La industria alimentaria, en cambio, se encuentra estancada (-0,2%). Retroceden las bebidas, con una caída del 7,3%; la minería (roca ornamental y áridos), con un descenso del 6,9%, y el calzado, con una bajada del 3,4%.
Si se suman todas las actividades manufactureras, el índice revela un crecimiento medio del 4,3% en abril respecto a los doce meses anteriores, resalta la Consejería de Hacienda. No está mal si se tiene en cuenta la escasez de 'combustible' inversor.
Artículo de JUAN CARLOS HERNANDEZ EN DIARIO LA VERDAD