La multinacional saudí hará en octubre una parada de mantenimiento en la que invertirá 26 millones de euros
El impacto social que tuvo el anuncio del expediente de regulación de empleo (ERE) para 92 trabajadores de la multinacional saudí Sabic, por el cierre de unas de sus cuatro plantas de La Aljorra, ha quedado mitigado tras el acuerdo alcanzado entre la compañía y la plantilla. Un plan basado en prejubilaciones, recolocaciones en puestos vacantes y la creación de un equipo encargado del mantenimiento de la fábrica de Ultem, que cesará su producción al menos durante los dos próximos años, han salvado la totalidad de los puestos de trabajos en peligro. Así lo anunció, en declaraciones a LA VERDAD, el director de la factoría fabricante de plásticos de última generación, Juan Antonio Alemany.
Los trabajadores incluidos en el proceso de extinción de empleo abandonarán sus puestos en la planta de Ultem y se reincorporarán a los nuevos de manera paulatina hasta marzo del año que viene. Esa es la fecha prevista para que la planta de plásticos ultrarresistentes deje de funcionar de forma definitiva. Después quedará en 'preservación', término usado en el sector para denominar este tipo de paradas de larga duración.
Después, las instalaciones afectadas quedarán a cargo de un equipo compuesto por una decena de operarios para mantenimiento y vigilancia. La compañía no descarta reanudar la producción en el futuro, pues eso no será antes de dos años.
Dos años de margen
Según Alemany, la intención de la empresa es reabrirla, «aunque todo dependerá del comportamiento del mercado». La decisión de parar la producción se debe a la reducción en la demanda de los productos elaborados en esas instalaciones. En el año 2002, la multinacional saudí también paró la planta de Lexan 2, que produce policarbonatos, aunque dos años después la volvió a poner en marcha.
Los trabajadores se mostraron desde un principio en desacuerdo con la medida adoptada a mediados de febrero. Incluso llegaron a convocar una manifestación y paros en la empresa, que fueron suspendidos con la entrada en vigor del estado de alarma. «Hemos conseguido el mejor resultado posible, si cabe, teniendo en cuenta el contexto de crisis sanitaria que actualmente estamos viviendo », añadió Alemany. El comité de empresa también se mostró contento pues «los criterios de selección han mitigado el impacto sobre la plantilla», dijo su portavoz, Pascual Sánchez.
Ahora, la principal preocupación es el difícil futuro a medio y largo plazo que se presenta para toda la factoría de La Aljorra. La caída en picado de las ventas de coches a nivel nacional e internacional, así como la paralización de la producción de vehículos, afectará a la compañía. La mayor parte de su material está destinado a la fabricación de elementos para la industria automovilística, entre ellos para la elaboración de secciones de faros, de módulos de las puertas y del panel electrónico, así como de techos y capós, entre otros componentes.
La crisis sanitaria ha dado cierto impulso al negocio de los plásticos de alta calidad, ya que los compuestos de Sabic están siendo usados para elaborar mamparas y gafas protectoras contra la Covid-19.
De momento, ni el ERE ni el coronavirus han afectado, afirmó Alemany, a la producción del resto de plantas. La dirección sigue con los planes de realizar en octubre, cuatro meses después de lo previsto, una parada de mantenimiento, con una inversión de 26 millones de euros para la modernización de equipos en la fábrica de Lexan 2.
Aumenta la producción para fabricar mamparas y gafas contra la Covid-19
De la planta de la multinacional saudí Sabic ubicada en La Aljorra sale el plástico que acaba convertido a miles de kilómetros en componentes de material electrónico, reposabrazos de trenes, ventanillas de aviones, cascos de bombero, espátulas de cocina, felpudos ignífugos y, sobre todo, componentes para coches. Ahora también este material de última generación sirve para combatir al coronavirus.
«Parte de nuestra producción está siendo destinada para la fabricación de protectores, mamparas y gafas de seguridad, entre otros elementos», informó el director del emplazamiento, Juan Antonio Alemany.
Durante la crisis sanitaria «les hemos dado prioridad a algunos de nuestros clientes que usan nuestro producto para elaborar artículos que luego son usados como elementos de seguridad contra el virus», añadió.
Así que la producción de Sabic ha aumentado en las últimas semanas, «siempre preservando la seguridad de nuestros trabajadores», indicó. En la planta quedan 350 empleados presenciales; el resto teletrabaja.
La labor de esta empresa en la lucha contra el coronavirus ha pasado también por la donación de alrededor de 20.000 equipos de protección individual (EPI), gafas y guantes a personal sanitario y cuerpos de seguridad. Su solidaridad también la han notado en el Banco de Alimentos de la Región de Murcia y en el Hospital de Caridad, con donaciones de comida.
Fuente: LA VERDAD